La primera vez que vi un westie hace como quince años lo llevaba un hombre en una zona muy coqueta de Buenos Aires, quien con expresión de desagrado y de pocos amigos, me contestó en un inglés cerrado y casi inaudible: "west highland white terrier", como si no quisiera que lo escuche, para conservar la exclusividad de la raza, desconocida o poco vista en nuestro país, como un símbolo de status de unos pocos, de aquellos que traían perros de sus viajes por Europa. Pero en fin, eso le sucedió a ese sujeto en aquella ocasión, pero después, con el paso de los años y la proliferación de la raza, hizo que nos cansáramos de responder al modo inglés, tener que repetirlo porque no nos entendieron ni jota, y peor aún para aquellos que no saben ingles. Por eso, abreviamos su nombre a un simple y deslucido westie o westy, como mas les guste, porque resultaba insoportable pasar por todo eso una y otra vez. y que si lo pensamos, su traducción seria "oestito", cuando su verdadera traducción es "terrier blanco de las tierras altas del oeste".
El westie es un perro típicamente escoces, por ello fue que lo eligieron para la gráfica del whisky Black & White, haciendo alusión a su origen, ya que junto con el scottish, son razas tradicionales de escocia, aunque algunos aseguran que podría ser inglés. Escoceses e ingleses se disputan la nacionalidad del westie, como nosotros la de Gardel. El resultado, la presencia de su imagen en los 365 días del calendario de Glasgow. Quien pudiera tener esa preciosura en nuestras manos para alegrar cada uno de nuestros días con sus encantadoras postales.
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