La seleccion del West Highland White Terrier (artículo publicado en el anuario 2007 del Club Español de Terriers) Tanto cuando el juez evalúa nuestros ejemplares en el ring, como cuando nosotros queremos comprar un ejemplar de cría y exposición o cuando evaluamos la calidad de nuestros cachorros o estamos estudiando qué macho utilizar para nuestra próxima camada, lo que estamos haciendo en realidad es una selección a la búsqueda del ejemplar más perfecto. Obviamente, el standard será nuestra guía. Pero éste, al igual que la Biblia, es susceptible de diversas interpretaciones, por lo que con frecuencia somos testigos de discusiones en las que, con el standard en la mano, se sostienen posturas muy contrapuestas. Por supuesto no voy a intentar decirle a nadie cómo debe de seleccionar sus perros ni cómo debe interpretar el Standard, pero si voy a invitar a la reflexión sobre la importancia de no perder de vista el perro en su conjunto cuando evaluamos los distintos aspectos del animal. ALTURA. Uno de los puntos que dan lugar a serias discrepancias es el tamaño. El primer Standard ingles hablaba de un perro que podía medir de 8 a 12 pulgadas a la cruz (de 20,32 a 30,48 cm. de altura). Posteriormente el standard fue modificado y se fijó la altura en las 11 pulgadas ( 28 cm. ). Sin embargo, es frecuente el que los perros que más ganan en las exposiciones excedan esa altura, a veces incluso bastante. Esto da lugar a que frecuentemente, el perro que tiene la altura exacta se ve pequeño en comparación con los otros o que incluso se diga inapropiadamente de un macho de esa altura que parece una hembra. Si bien otros aspectos de la anatomía del westie están más sometidos a apreciaciones subjetivas, aquí la opción parece clara y fácil de medir. Si el standard dice que un macho debe medir 28 cm a la cruz, basta un metro para ver cual se aproxima más al standard. Sin embargo esa única medida objetiva puede llegar a distorsionar un conjunto que es en todo subjetivo. No podemos olvidar que el standard fue redactado a principios del siglo pasado en una época en que eran frecuentes las carencias de alimentos para el hombre y más aún para los perros. La actual abundancia de alimentos ha dado lugar a un aumento de talla de nuestros hijos e igual sucede con nuestros perros. Ahora no están sometidos a carencias alimentarias que limiten sus posibilidades genéticas y es normal que tiendan a alcanzar mayor tamaño. No olvidemos tampoco que ya en el primer Standard se aceptaba una altura de 30,48 cm. Así pues, no nos rasguemos las vestiduras porque un animal exceda la altura actualmente establecida. Va en los genes de la raza. Con esto no estoy queriéndole quitar autoridad al standard. El ha de ser nuestra guía y referencia tanto en el ring como en la crianza. Pero sería un gran error considerar mejor a un ejemplar que mide exactamente 28 cm, pero que es más bien largo, con poco cuello y sin virtudes cuando tenemos otro animal que es dos centímetros mas alto pero es de tronco corto, buen cuello, buena inserción de cola y destila clase y tipicidad. De entre los hijos de éste podremos buscar uno con sus virtudes pero que no se exceda en el tamaño, mientras que el otro difícilmente nos va a dar un hijo con virtudes que no se encuentran en su familia. La BOCA también ha sido motivo de muchos disgustos. El standard antiguo admitía la mordida en pinza pero en el actual se exige la mordida en tijera y no parece que hayan dificultades para conseguirla. Aun se ve algún caso de perros que no tienen los seis incisivos en la mandíbula inferior. Esta es una falta considerada grave pero que, quizás por lo infrecuente, pasa desapercibida hasta a algún juez que da por buena una mordida en tijera al no darse cuenta de que sólo tiene cinco incisivos. Sin embargo, es en la falta de PREMOLARES donde las bocas de nuestros westies pueden sorprender no sólo al recién llegado a la raza sino también al juez inexperto en terriers. Es tan común la falta de premolares que los jueces ingleses sólo miran púdicamente si la mordida es en tijera y si tiene todos los incisivos, pero no miran por los lados para contar premolares. Alemania, que es el país más severo en el tema de bocas, permite que a un Campeón le falten cuatro premolares. Y todos conocemos casos de grandes ganadores por toda Europa a los que les faltan diez premolares. Así pues, es obvio que entre dos ejemplares con similar estructura y cualidades elegiremos al que tenga mejor boca, pero no que un mal ejemplar por tener una boca completa deba ser considerado mejor que otro de buena estampa pero con falta de premolares. PIGMENTACION. Nuestra raza es de pelo blanco pero no albina. Por eso valoramos mucho una buena pigmentación, tanto de la piel en general como de ojos, mucosas, uñas y demás. Pero una vez más se puede caer en la exageración. Una cosa es valorar y mostrar orgullosamente esa pigmentación allá donde se encuentre y otra cosa es rechazar unas uñas blancas o unas orejas mas bien rosas en un perro por lo demás bien pigmentado. Mientras el perro no tenga importantes faltas de color en nariz, parpados o labios, por ejemplo, no podemos dejar de valorar sus otras posibles virtudes. Hay muchos otros aspectos no tan controvertidos sobre los que se puede polemizar, pero, en mi opinión, tanto el juez como el criador o expositor deben tener siempre como objetivo la tipicidad y el equilibrio. Ningún perro es perfecto. Todos podían ser mejores en varios aspectos. Nosotros hemos de tener la sabiduría para evaluar el perro en su conjunto y elegir el mejor a pesar de que siga siendo mejorable en esto o aquello. En nuestras manos esta la responsabilidad de elegir qué animales pasarán sus genes a las próximas generaciones. Tengamos siempre esto en mente. Por ultimo, cuando estemos considerando la seriedad de cualquier defecto, recordemos que el standard dice: "Todo lo que se aparte de los puntos anteriores será considerado un defecto y la gravedad de esa falta deberá ser considerada en la exacta proporción del grado en que se aparta." Jesus Pastor |
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