Es una experiencia inolvidable llevar con la familia a un westie, sobre todo si se trata del mar o la montaña. Verlos disfrutar es maravilloso, incansables hasta el anochecer, cuando caen rendidos a los pies de su amo. No se pierden de un baño refrescante en el agua, mejor aún si es helada, proveniente del deshielo de la cima de las montañas. Lo digo por experiencia propia. Se conforma con colocar su vientre sobre el agua y quedarse ahí un largo tiempo o bien caminar lentamente, cuidándose de no hundirse en la profundidad de las aguas, ya que eso no les gusta, como si supieran que su punto débil son las otitis, a pesar de no tener las orejas caídas. Lo que también adoran es meterse entre las plantas, olfatear todo lo que está a su alcance, hasta regresar con expresión alegre y divertida ,con su pelaje cubierto de tierra y hojas secas, tras haberse revolcado con entusiasmo . Es como si quisieran llevarse consigo un poco de naturaleza, esa que por ahí los que vivimos en departamento no le podemos dar en lo cotidiano aunque quisiéramos. Son extremadamente expresivos cuando disfrutan de un momento o un paseo, cada uno a su manera. Puede deberse a su particular carácter de terrier equilibrado y seguro de sí mismo, lo que le permite expresarse libremente. Se siente además dueño del lugar en el que está, convirtiéndose en un poderoso guardián, capaz de espantar a un rotweiller, lo cual no deja de ser peligroso para ellos.
Por todo lo dicho, un westie como compañero de viaje y de aventuras es una experiencia inolvidable e imperdible, lo que nos hace pensar más de mil veces la opción de dejarlos al cuidado de alguien y finalmente descartarlo. Porque lo que ellos disfrutan, salpicandonos de su propia felicidad, es lo que inclina la balanza hacia la opción de llevarlos con nosotros, a pesar del tiempo que perdemos en buscar un sitio que permitan mascotas. Por eso, un westie es para gente que disfruta de la naturaleza.
Los invito a todos a que nos manden sus fotos de westies de vacaciones para publicarlas luego en el blog.
Saludos, Laura.